Autodidacta en filosofía y La España Invertebrada.

Mañana por la mañana -¡en sábado!- tengo un examen que me tiene abrumado. Que si las funciones de la filosofía, que si el método teleológico arostotélico, que si positivismo, que si hermenéutica -con los pesados de Dilthey, Gadamer y Weber-, que si positivismo lógico, que si racionalismo crítico popperiano, que si las revoluciones científicas de Kuhn, que si escuela de Frankfurt... Se podrían coger todos de la mano e irse a tomar por el culo.

La filosofía me mola. Pero es una puta mierda examinarte en asignaturas relacionadas con ella. Joder macho, es que se me viene todo abajo leyéndome esta puta mierda de apuntes. Y lo malo no es esto, es que me apetece muchísimo ponerme a leer un libro de Ortega y Gasset que me pillé el otro día, o cachitos del Zaratustra de Nietzsche. Leer filosofía por mi cuenta me mola, pero estudiar filosofía para clase me parece una puta mierda. De aquí deriva mi decisión de convertirme en un autodidacta en filosofía. Voy a intentar ir pillándome libricos por mi cuenta y voy a ir empapándome en ellos. Que les den por el culo a los manuales, los apuntes y los Powerpoints.

Y ya que estoy quería recomendar a Ortega y Gasset -sobretodo a Guillem, al que sé que le chiflará-. Me he leído la primera parte de España invertebrada, un ensayo sobre los problemas que se cernían sobre la España de los años 20, cuya unidad estaba puesta en duda a causa de la presencia de insurrecciones sociales y nacionalistas, de la que he extraído unas reflexiones interesantes.

Ortega ofrece un giro genial al problema de los nacionalismos; en vez de preguntar "¿por qué hay nacionalismos?" plantea el problema desde un punto de vista nuevo: "¿qué motiva la unidad?". Ortega, estudioso de la Historia de España, es consciente de que nuestro país tal y como lo conocemos ahora no es más que el triste reducto de un Imperio Español que entró en declive siglos atrás; un imperio motivado por las ansias incorporacionistas de Castilla. Es chachi la reflexión que hace sobre este tema, sobre el incorporacionismo. Según ortega, los grandes imperios han conseguido ampliarse gracias a la incorporación de otros pueblos, que aceptaban su incorporación en vistas de un futuro mejor para sus gentes; de este modo, la incorporación de un pueblo a un imperio viene motivada por el proyecto de un mejor porvenir en el que luchan varios pueblos bajo una sola bandera.

Podréis deducir, si habéis comprendido lo que he dicho arriba, que la tesis que sostiene Ortega es que el Imperio Español -o castellano- empezó a decaer cuando los proyectos que ofrecía a los pueblos que había incorporado no les satisfizo. Los nacionalismos vasco y catalán son, entonces, unos hechos naturales en este proceso histórico -la decadencia de un Imperio-, sólo que por condiciones geográficas -el estar situados geográficamente dentro de la Península Ibérica- se han atrasado respecto a las Colonias de Ultramar, por ejemplo. Pero entonces, ¿cómo explicar que de entre todos los pueblos peninsulares sólo los vascos y los catalanes muestran tendencias nacionalistas? Según Ortega, esto viene motivado por la riqueza generada en estos pueblos después de la Revolución industrial, que ha conferido a sus gentes un mayor sentimiento de independencia, motivado por una nación más rica. Del mismo modo, los Gallegos o Andaluces, por ejemplo, también arrastran en su interior un sentimiento nacionalista, pero por diferencias económicas, sociales, etc, no han despertado sus reivindicaciones.

Jo-der, qué tocho me ha quedado. Si mañana escribo así sobre Gadamer o alguno de los gilipollas que tengo que estudiarme, estaré contento conmigo mismo. Espero que os gusten estas reflexiones y os animo a comentarlas. Os repito la pregunta de Ortega: ¿qué motiva, en la actualidad, la unión de España?