La verdad es que el movimiento Democracia Real Ya ha constituye un soplo de aire fresco para la ciudadanía, cansada ya de este este rancio sistema democrático. Me encuentro entre ellos. Este movimiento te hace creer en la democracia e involucrarte en el futuro de tu país. Si tuviera que elegir una palabra para describir este movimiento esta sería esperanza. Esta mañana después de dar vueltas por los periódicos para ver cómo seguía el tema, ver qué se comentaba en el twitter -me cago en la puta, me tocará hacerme uno- y el en blog oficial de la acampada de María Agustina, me he puesto a leer por encima un libro que compré el año pasado para clase y que tenía lleno de polvo en la estantería: Ética Aplicada y Democracia Radical, de Adela Cortina. Me ha parecido bastante interesante la parte donde describe ambos tipos de democracias -esto es, la directa y la representativa- y he decidido copiar un cacho en el blog. Es tan largo como interesante, así que espero que aguantéis.
El modelo elitista y pluralista de democracia, por su parte, goza también de justificaciones autónomas y sólo algunas veces es tomado como un sucedáneo del participativo. Se teje sobre la base de concebir al hombre como un animal económico, que se sirve de la política como un instrumento, puesto al servicio de sus fines privados, de la defensa de sus derechos subjetivos. En este sentido, frente a la célebre expresión aristotélica -"el hombre es un animal político"-, que serviría de base antropológica al modelo participativo en su versión comunitaria, las siguientes palabras de R. Dahl en Modern Political Analysis constituirían un fundamento antropológico de la democracia liberal: "a pesar de que el hombre sea un animal social, no es necesariamente ni por instinto ni por educación "un animal político", al menos no en el mismo sentido"; "el hombre no es por instinto un ser racional, que razone con sentido cívico. Muchos de sus deseos más imperiosos y fuente de muchos de sus gustos más poderosos pueden atribuirse a viejas persistentes tendencias, necesidades y deseos biológicos y fisiológicos. La vida política organizada llegó tarde en la evolución del hombre".
Obviamente, desde esta concepción del hombre la participación del individuo en la política no es en sí valiosa, no se entiende como una forma de vida interesante por sí misma, sino como un instrumento para satisfacer fines privados, que son los que verdaderamente importan a un hombre. El individualismo es aquí también el cimiento del edificio, pero entendiendo por "individuo", no un sujeto autónomo capaz de orientarse por intereses generalizables en la vía pública, sino un sujeto al que importa su vida privada y que, por tanto, sólo participa en la pública si su participación le resulta rentable en moneda de satisfacciones privadas. De ahí que no tenga nada de extraño el apoliticismo de los ciudadanos, esa apatía en las cuestiones políticas, que tiene por resultado, frecuentemente, la abstención.
Son, pues, dos concepciones diferentes del hombre y, consecuentemente, del valor de la participación política, las que laten tras los tipos ideales de democracia que hemos diseñado y, en último término, dos conceptos de libertad, por decirlo con I. Berlin y, sobre todo, con B. Constant.
En efecto, en la excelente conferencia de Constant sobre "La libertad de los antiguos comparada con la de los modernos" se produce a nivel teórico -como sabemos- el paso de un modelo de democracia participativa a un modelo moderno representativo, basado en un doble concepto de libertad: la libertad descubierta pode los modernos -la libertad civil-, que consiste en el disfrute apacible de la independencia privada, y la libertad política, heredada de los antiguos, que ahora tiene el papel subordinado de intentar garantizar la libertad civil. Y precisamente porque ha nacido un nuevo concepto de libertad -dirá Constant- se necesita una forma de organización distinta a la que podría convenir a la libertad antigua: el sistema representativo. Tal sistema -prosigue nuestro autor- resulta plenamente justificado porque es el único capaz de garantizar la libertad entendida como independencia privada, ya que, de la misma manera que los ricos tienen intendentes para poder disfrutar de su vida privada, los ciudadanos de una sociedad moderna eligen representantes-gestores para poder disfrutar de lo que verdaderamente les importa. Con lo cual, la política debería perder en realidad el halo cuasireligioso que le rodea, para convertirse en una tarea de gestión a la que es menester mantener la eficacia.
El sistema representativo tiene, pues, su justificación en una concepción del hombre como homo oeconomicus, defensor de sus derechos subjetivos, como también de sus intereses privados, lo cual da lugar a un irrenunciable marco legal; de suerte que una democracia política no puede consistir sino en un contrato, en un pacto de intereses privados. ¿Qué sucede entonces con los conceptos básicos de la democracia clásica, "voluntad general" y "bien común"?
Sucede desde la perspectiva que venimos comentando, que son conceptos vacíos -como señaló J.A. Schumpeter-, cuyo prestigio se mantiene mientras no se desvanece completamente la tradición religiosa que nos generó. Porque, bien miradas las cosas, ni el pueblo tiene una voluntad única, ni hay para él un bien común. Por eso -continuará- es preciso recurrir a élites de expertos en materia política, capaces de descubrir a los ciudadanos qué es lo que en realidad desean. La democracia no es entonces el resultado del ejercicio de la autonomía de los ciudadanos, sino un mecanismo estabilizador por el cual los ciudadanos -la masa- eligen entre las élites de expertos aquella que prefieren que les gobierne, porque satisface sus deseos en mayor grado que los restantes. Por eso las tres condiciones que Schumpeter sugiere como necesarias para el éxito del método democrático son las siguientes: 1) mantener la desigualdad política entre expertos y masa como un momento estabilizador de la democracia liberal; 2) limitar la esfera política, de modo que sólo la designación del gobierno se someta al principio democrático; 3) y, por último, mantener la apatía política de la masa. Democracia es, pues, aquí, como antes dijimos, gobierno querido por el pueblo más que gobierno del pueblo.
Es verdad que el pluralismo y neopluralismo introdujeron en el elitismo competitivo fuertes matizaciones en lo que respecta a entender la democracia como un asunto de élites y masa, como si las corporaciones intermedias )asociaciones comunitarias, grupos religiosos, sindicatos, organizaciones empresariales) apenas tuvieran influencia política. Muy al contrario, el pluralismo o teoría empírica de la democracia, siguiendo a Madison, cree que la política de grupos es esencial de facto en el funcionamiento democrático. Y, a diferencia de Madison, piensa no sólo que esto es así, sino que así debe ser: la existencia de grupos activos es crucial para que se mantenga el proceso político y los ciudadanos alcancen sus objetivos, porque posibilita el equilibrio y el desarrollo de la política pública. De ahí que autores como R. Dahl hablen de poliarquía, más que de democracia, ya que la clave es la multiplicación y contrapeso de grupos de poder. Hasta el punto de que no son las mayorías propiamente quienes gobiernan: las mayorías establecen el marco legal de las políticas, pero son distintas minorías las que de facto gobiernan y han de contrapesarse. A pesar de eso, también el pluralismo entiende que lo que distingue a las democracias es el hecho de que los líderes políticos sean elegidos y las considera instrumento para la satisfacción de intereses más que forma de vida en sí valiosa.
Euge, Gardo, ya sabéis que no puedo poner la opción de "leer más" así que ponedla vosotros. Estaría bien que la pusierais justo después de mi introducción. Muchas grachias :*
ResponderEliminarCompendio web sobre #spanishrevolution (análisis, declaraciones, apoyos, convocatorias, acampadas y actos en las distintas ciudades, extensión a Europa, críticas, y La Contra). Ver en:
ResponderEliminarhttp://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm
Yo la pongo con el deitor html, es una etiqueta que dice (!--More--) copia la linea entera y pegala en otro lado si te parece mejor.
ResponderEliminarLuego lo leo y comento de verdad, XD
Uoh, interesant, ho llegiré en un altre moment més en profunditat, que ara que tinc un ratet, vaig a la plaça d'Igualada.
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