Las rubias tontas.

Las rubias tontas, ese eslabón perdido. Todos conocemos a alguna rubia tonta, ya sea por que es una compañera de clase -ejemplo sólo aplicable en cursos de la ESO, ya que el proceso de formación de una rubia tonta empieza en la pubertad y que las rubias tontas difícilmente los superan-, una compañera del curro que tiene las rodillas del pantalón desgastadas y que va contantemente el despacho del jefe, una mujer cargadísima de bolsas de ropa en los centros comerciales o la autora de esas obras literarias que son los mensajes enviados al Gran Hermano. O tal vez seas tú una rubia tonta y -por tu naturaleza de rubia tonta- no te has dado cuenta aún.

Pero no todo van a ser críticas, amigos, si te pones a pensar, ser rubia tonta es una bendición del cielo. Pensadlo:

• Consigues un montón de amigas cada finde. Sólo con cruzar dos palabras. La amistad se consolida cuando te piden amistad por tuenti.

• Siempre echan algo que te mola en la tele.

• Siempre echan música que te gusta en la radio.

• Tus máximas aspiraciones son estudiar un módulo de peluquería y ser cajera en una tienda de ropa. Pocas preocupaciones.
  

• Es más fácil elegir pareja si eres una rubia tonta, no has de pensar en el interior, sinó sólo en el modelo de coche que tiene.

• Tus padres te miman -normalmente, una rubia tonta nace en un campo de cultivo regado por los mimos paternos-, lo que supone un montón de pasta a tu alcance y un móvil de contrato sin límites.

• Tus amigas son también rubias tontas y son iguales a ti en todo -manejan pasta-. Bueno en todo... miento, excepto en que a ella le mola más Nick Jonas que Kevin Jonas. ¡Todos sabemos que Kevin es más guapo!

• Pillas. Es un hecho, siendo rubia tonta se liga.

• Un calendario diferente al resto de los mortales, más fácil e intuitivo, dividido en tres estaciones: GH, OT, Fama.

En realidad quería hacer una reflexioncilla, pero como esto está a petar, decidí publicar esto. Besos, abrazos y amor anal para todos.